La extrema sequía y el cambio climático amenazan más de 100.000 ejemplares de pino carrasco
La masa forestal de Sierra Espuña, junto con otros espacios naturales de la Región de Murcia, se encuentra en una situación crítica. Los efectos de la extrema sequía del último año, combinados con las anómalas temperaturas, han llevado a una mortandad masiva de pinos, especialmente en aquellos situados por debajo de los 600 metros de altitud.
El Ayuntamiento de Totana ha instado a la Dirección General de Medio Ambiente de la Región de Murcia a realizar de manera urgente un estudio sobre el estado de la masa arbórea en Sierra Espuña. Esta solicitud, originada en el pleno de junio, responde a la necesidad de evaluar y mitigar los daños provocados por la falta de precipitaciones y las altas temperaturas durante el invierno y la primavera de este año.
A pesar de los episodios de tormentas que dejaron cerca de 40 litros por metro cuadrado en Huerta Espuña, desde el pasado mes de septiembre han caído apenas 100 litros/m² en Sierra Espuña, muy por debajo de la media anual que oscila entre 300 y 500 litros/m². Esta escasez de lluvias ha debilitado progresivamente a los árboles, manifestándose en el amarilleado de las hojas, pérdida de turgencia, marchitamiento de ramillos y brotes, y en muchos casos, culminando con la defoliación generalizada y la muerte del árbol.
La Consejería de Medio Ambiente ha reconocido la gravedad de la situación, estimando que más de 100,000 ejemplares de pino carrasco están afectados por la sequía en un área de 5,734.76 hectáreas. La mayoría de estos árboles, muchos de los cuales fueron plantados en las reforestaciones de finales del siglo XIX y principios del XX dirigidas por Ricardo Codorníu, tienen alrededor de 100 años, haciéndolos particularmente vulnerables a las condiciones climáticas extremas y al envejecimiento.
En respuesta a esta crisis, el Pleno del Ayuntamiento de Totana ha acordado solicitar a la Comunidad Autónoma y a la Gerencia del Parque Regional de Sierra Espuña la elaboración de un plan de recuperación y reforestación. Asimismo, el Consistorio de Totana ha decidido implementar un plan de choque urgente en las zonas boscosas de titularidad municipal, que incluye la posibilidad de realizar riegos de socorro para frenar la elevada mortandad de árboles. También se ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente la retirada urgente del material orgánico seco para reducir el riesgo de incendios forestales.
Expertos en la materia advierten sobre la gravedad de la situación no solo por el estado actual de los montes, sino por el futuro inmediato. La falta de precipitaciones y temperaturas frías ha impedido que los pinos tengan una parada vegetativa adecuada, debilitándolos significativamente. Además, plagas como la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) y el barrenillo (Tomicus sp.) están aprovechando esta debilidad, afectando principalmente a los ejemplares más jóvenes.
La muerte de estos árboles no solo representa una pérdida ecológica significativa, sino que también aumenta el riesgo de incendios forestales debido a la acumulación de material combustible seco.